Calidad
La calidad es uno de los cuatro pilares fundamentales que conforman el alma de Sargadelos, la perseguimos minuciosamente en cada fase de elaboración de nuestros artículos.
Cada pieza de porcelana es diseñada, compuesta, moldeada, secada, decorada y cocida siguiendo un proceso que garantiza una calidad inmejorable, controlada desde su origen, diseño, producción, embalaje y destino.
Origen
Como en cualquier proceso artístico o creativo, todo empieza con una buena idea, y el punto de partida es igual de importante que la meta. En nuestro estudio de diseño, dibujamos, esculpimos, modelamos, pero sobre todo imaginamos productos con alma, acreedores de la larga historia y tradición de Sargadelos, pero de radical vanguardia y actualidad, que trascienden más allá del
valor estético.
En ocasiones, además, colaboramos con diseñadores y artistas de talla nacional e internacional, reforzando
nuestro compromiso con el arte y la vanguardia, regenerando a la vez nuestro propio enfoque y estilo.
Modelo
Una vez satisfecha la fase de diseño, nuestros artesanos tallan concienzudamente y a mano un prototipo de escayola con la ayuda de herramientas como gubias o cuchillos.
La técnica ha de ser precisa, pues cualquier imperfección sobre el modelo podría comprometer el resultado final de toda una serie de piezas.
Primer molde
En la manufactura de porcelanas, nunca se sobreestima lo suficiente la confección del molde matriz, la madre de todos los moldes que se usaran en producción.
Partiendo de un modelo de resina extraído a molde perdido a partir del prototipo, nuestros expertos los crean la matriz a base de escayola. Es un proceso laborioso y complejo, donde pueden ocurrir muchos imprevistos que los lleven a empezar de nuevo.
Segundo molde
Debido a la abrasión de la pasta de porcelana, los moldes de producción se desgastan en el proceso y solo poseen unos 80 usos, por lo que nuestros técnicos los renuevan constantemente para asegurar la máxima calidad en cada ciclo de producción.
Reproducción o fabricación
Una vez que contamos con el molde, podemos comenzar el proceso de producción. Lo primero es contar con unas materias primas de calidad, y las nuestras son el caolín, el feldespato, el cuarzo, el agua, los pigmentos de color, el barniz y el fuego.
En Sargadelos realizamos una rigurosa selección de materiales de los que partir, favoreciendo y regenerando el ciclo económico local. Tras un arduo control de calidad, desechamos cualquier impureza, defecto o anomalía que pueda afectar al resultado final.
Fabricación por calibrado
Una vez elegido lo mejor de lo mejor, mezclamos la materia prima en nuestros molinos para conseguir las pastas que servirán como base para dar forma a nuestros artículos. La técnica de molienda varía según el tipo de pasta que se quiera conseguir. El calibrado dará lugar a pastas más plásticas, ideales para elaboración de tazas, platos o fuentes, que se prensan para eliminar el excedente de agua y se extruyen en cilindros de diferentes calibres en función de cada producto.
El colado proporciona pastas con densidades variables, la barbotina, de textura líquida idónea para verter en los moldes de escayola y aplicadas en función de la pieza que se vaya a hacer. El calibrado es la técnica de modelado de piezas generadas geométricamente, en tornos mecánicos sobre los que se coloca la pasta. El anverso de la pieza se obtiene por presión sobre el molde de escayola, mientras que el reverso lo modela el propio torno.
FABRICACIÓN POR COLADO 1
En esta primera fase del colado, la pasta barbotina fluida se vierte cuidadosamente en los moldes de escayola. La escayola absorbe el agua, depositando una capa uniforme que definirá la forma de la pieza. Después de un tiempo controlado, se vierte el exceso y la pieza comienza a solidificarse, quedando lista para su desmolde parcial.
La porcelana líquida se adhiere a las paredes del molde creando un casco cuyo grosor varía en función del tiempo, se vierte el excedente de barbotina y se deja secar al aire hasta que logra la consistencia suficiente como para ser desmoldado.
FABRICACIÓN POR COLADO 2
A continuación, se refuerzan los bordes y detalles, asegurando que la capa de porcelana alcanza el grosor adecuado y mantiene superficie lisa y uniforme. El control del tiempo y la temperatura es esencial en esta etapa para evitar deformaciones o grietas.
FABRICACIÓN POR COLADO 3
Una vez solidificada la pieza, se procede al desmolde con gran cuidado. La pieza aún húmeda y frágil es extraída con precisión para preservar los detalles y evitar daños. Este momento requiere manos expertas y delicadeza absoluta.
FABRICACIÓN POR TALLADO
Tras el colado, algunas piezas requieren refinamiento adicional. El tallado manual permite pulir contornos, rectificar imperfecciones y añadir detalles escultóricos con herramientas específicas. Esta labor realza la definición, aportando elegancia y carácter artesanal irreemplazable.
Secado
Una vez moldeadas, las piezas se almacenan en habitaciones de secado. En ellas, el agua que contiene la pasta de porcelana se evapora lentamente, compactándola y solidificando así la pieza.
El control total sobre la temperatura es esencial: la habitación deberá permanecer a una temperatura y humedad estables para reducir el riesgo de agrietamiento.
Repaso
En esta fase, cada pieza es inspeccionada y corregida manualmente. Se eliminan imperfecciones superficiales, se lijan bordes y se ajustan detalles para garantizar que cada objeto cumpla con los estándares de textura, forma y acabado exigidos por Sargadelos.
Bizcochado
Una vez secas, las piezas se colocan cuidadosamente en una estructura conocida como "vagoneta" y en una operación de encaje para optimizar el calor que recuerda a un imposible puzzle, y se introducen en un horno a alta temperatura, sometiéndolas a la técnica de bizcochado.
La palabra procede del inglés biscuit (galleta), debido a horneado. Un símil adecuado para nuestros procesos, ya que tratamos cada artículo con el mismo cariño, mimo y talento que requiere el arte culinario.
Color
Cada pieza se pinta a mano mediante el uso de plantillas previamente cortadas por nuestros técnicos, una a una. Los diseños, elaborados por nuestro equipo artístico, siguen patrones tradicionales inspirados en la cultura céltica y atlántica, adaptándolos siempre a nuestro icónico estilo vanguardista que es sello de la casa.
Posteriormente, una vez seca, las piezas se almacenan ede una forma muy característica en unos vagones, dependiendo de la tipología del horno, tratando de economizar el espacio lo máximo posible para someterlas al proceso de cocción.
No todos los detalles se pueden conseguir con plantillas. Los pinceles de nuestros especialistas terminan el trabajo, añadiendo, retocando, dibujando, llegando a ese grado de perfección, mimo y acabado natural al que no llegan los procesos industriales.
Las piezas delicadas, las ediciones especiales y los detalles más complejos se pintan exclusivamente a mano, sin uso de plantillas. Un proceso minucioso pero necesario en esa búsqueda de excelencia que nos caracteriza.
Decoración 1
Sobre el bizcocho de porcelana, aplicamos una de las partes más artísticas de nuestra marca: el decorado, que se aplica, dependiendo del color, bajo y sobre cubierta, es decir, antes y después de vitrificar la pieza.
Cada pieza se pinta a mano mediante el uso de plantillas previamente cortadas por nuestros técnicos, una a una.
Decoración 2
Los diseños, elaborados por nuestro equipo artístico, siguen patrones tradicionales inspirados en la cultura céltica y atlántica, adaptándolos siempre a nuestro icónico estilo vanguardista que es sello de la casa. No todos los detalles se pueden conseguir con plantillas.
Los pinceles de nuestros especialistas terminan el trabajo, añadiendo, retocando, dibujando, llegando a ese grado de perfección, mimo y acabado natural al que no llegan los procesos industriales.
Decoración 3
Las piezas delicadas, las ediciones especiales y los detalles más complejos se pintan exclusivamente a mano, sin uso de plantillas. Un proceso minucioso pero necesario en esa búsqueda de excelencia que nos caracteriza.
Baño
Después del decorado, las piezas se recubren con un baño vítreo que las protege y realza su brillo. Este baño proporciona una capa homogénea de cristalización que sella y embellece la decoración, preparando la pieza para su cocción final.
Cocción
Finalmente, las piezas pasan por la cocción final en hornos de alta temperatura (alrededor de 1 800 °C), donde se vitrifica el baño, se fusionan los colores y se adquiere la dureza y luminosidad características de la porcelana Sargadelos. El resultado son piezas eternas, resistentes y llenas de vida.